Recogidos de bailarina. Muy "llevables".

Desde que se estrenó la película El Cisne Negro, estamos sumidos en una especie de fiebre del ballet. Me recuerda a cuando se estrenó la película Troya, que desde entonces se empezaron a llevar las sandalias estilo romano y todo eso.
¿No os parece que vivimos en una ilusión?. Una amiga consultora de marketing me comentaba un día que la peluquería era una ilusión. Y no lo decía de forma despectiva, sino en el sentido de que necesitamos ilusiones para poder vivir. Pues entonces, si con un simple moño nos ilusionamos..., ¡benditas sean las gomas!.


Pues ahora, las pasarelas y las famosas, se han llenado de recogidos estilo los que lleva Natalie Portman en la película. 
Y aquí empieza una gran variedad de moños: con diadema, bien engominados y pulidos, otros más imperfectos y sin apenas producto. Con efecto mojado, con una marcada raya lateral, con raya al medio, o sin raya. Más altos, más bajos, etc, etc.
Algunos están más apretados y otros más flojos. Me gusta especialmente uno que el moño se forma a partir de una trenza trasera.
Os pongo unas fotos que he visto en vogue. Ahora sólo nos faltan los calentadores y... a estirar¡¡¡
Un saludo¡